Cerca de un millar de personas han acompañado a familiares y amigos de Severiano Ballesteros en el funeral celebrado en la iglesia de San Pedro de Pedreña, su localidad natal, donde falleció el pasado 7 de mayo a consecuencia de un tumor cerebral detectado hace dos años y medio.

"Es un día triste para el deporte español", dijo el secretario de Estado Albert Soler, máximo responsable gubernamental del deporte del país, una de las muchas autoridades que acudieron a dar el último adiós a Severiano Ballesteros, el mejor golfista español español de todos los tiempos, un jugador que cambió la concepción de este deporte en nuestro país al igual que en el Circuito Europeo o en la Ryder Cup, que ganó en varias ocasiones, incluida una, la inolvidable de Valderrama 1997, como capitán.

El presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco; el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, y varios consejeros del Gobierno regional, asistieron a un funeral en que asimismo estuvieron presentes destacados jugadores de golf, con mención especial para cuatro capitanes de la Ryder Cup –Nick Faldo, Bernard Gallacher, Sam Torrance y Colin Montgomery–, así como quien ejercerá esa función en 2012, José María Olazábal, al lado de golfistas de la calidad de Miguel Ángel Jimenez y Lee Westwood, número uno del mundo en la actualidad.

Otros deportistas importantes de otras especialidades acompañaron a familiares y amigos de Severiano Ballesteros, como el exciclista Miguel Indurain o el exfutbolista Emilio Butragueño, actual director de Relaciones Institucionales del Real Madrid.

El funeral se inició pasadas las 13 horas, minutos después de que los más allegados al exgolfista salieran de la casa familiar y recorrieran a pie la distancia que separa el domicilio de la parroquia portando las cenizas de Ballesteros en una comitiva encabezada por los tres hijos de Severiano Ballesteros, cuyas cenizas han sido depositadas dentro del recinto de la finca familiar, junto a un magnolio que él mismo indicó antes de morir.