Cuando hablamos de refuerzos externos, no sólo nos referimos a cualquier tipo de premio económico o material que nuestros familiares o entrenadores nos pueden conceder por haberlo hecho muy bien durante un entrenamiento o haber conseguido un resultado importante en una competición, sino que también hay que tener en cuenta dentro de esos reforzadores externos cualquier tipo de gratificación o reconocimiento social, por ejemplo, la palmadita en la espalda del entrenador tras un buen resultado, el abrazo y la sonrisa de unos padres cuando has conseguido ganar una competición de tu categoría, el artículo que se ha escrito en el periódico local tras la victoria que has conseguido en el campeonato de España, el grito de ¡Vamos! que procede de un compañero cuando acabas de embocar un putt de 6 metros gracias al cuál has conseguido un birdie en un hoyo del recorrido...

Motivaciones diversas

Debido a vuestra corta edad, y a que aún no formáis parte del deporte profesional, vuestro nivel de motivación intrínseca debería estar por encima de vuestro nivel de motivación extrínseca para que consigáis hacer del deporte un hábito y éste os proporcione beneficios físicos y psicológicos.

Para que conozcáis cuál es el tipo de motivación que predomina en cada uno de vosotros, deberíais colocar en los extremos de una balanza todos los motivos que os han hecho haber elegido y practicar el golf, haciendo una diferenciación entre los motivos internos (los que están dentro de vosotros) y los motivos externos (los que están fuera de vosotros).

Dentro de los motivos internos podríamos citar: pasar tiempo con los compañeros, divertirme, dominar el swing, la competitividad que conlleva el deporte, el reto de conseguir diferentes objetivos en los entrenamientos, disfrutar del entorno en el que se practica el golf...

Por otro lado, y dentro de los motivos externos, estarían todos aquellos que puedan considerarse como premios materiales (trofeos, material deportivo, remuneración económica,...) o como reforzadores o premios sociales (abrazos, aplausos, gritos de ánimo, gestos de cariño, palmadas en la espalda, celebraciones...).

En tu caso, ¿qué lado de la balanza crees que tendría más peso? ¿El lado en el que pones motivos internos por los que practicas este deporte ó el lado en el que pones motivos externos por los que juegas al golf?

Encarna María Lozano Casero

Psicóloga Especialista en Actividad Física y Deporte