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Domingo, 30 de Mayo, 2004

Profesionales

Victoria de Stephanie Arricau en el UNION FENOSA Open de España Femenino – Xacobeo 2004

Se disputó en el Club de Golf de La Coruña, 27 al 30 de mayo de 2004

Stephanie Arricau junto a Elisa Serramia

Si en las dos ediciones anteriores hubo que contener el aliento hasta el último hoyo para conocer a la ganadora, en La Coruña, esta vez, se rizaron todos los rizos. No se trató de esperar a los últimos hoyos para coronar a la vencedora, sino de ampliar la incertidumbre incluso durante un hoyo más, desempate a cara o cruz, el punto y final de una serie de intensísimas emociones que comenzaron casi cinco horas antes, con un ramillete de jugadoras con opciones de ganar este inolvidable UNION FENOSA Open de España Femenino – Xacobeo 2004. Por cierto, ¿quién dijo que el golf no es un deporte emocionante?

Primer triunfo de la francesa Arricau

En ese mano a mano sin cuartel participaron finalmente la francesa Stephanie Arricau y la neozelandesa Gina Scott, un duelo al que a punto estuvo de unirse en el último momento la galesa Becky Brewerton, siempre en las inmediaciones del liderato desde el inicio de la competición. La jugadora gala, que se estrenó en las mieles del triunfo en el Circuito Europeo en el espléndido campo de La Coruña, hubo de recurrir a una segunda oportunidad para superar la correosa resistencia de Gina Scott.

Bien es cierto que Stephanie partía de líder al inicio del último recorrido y que tuvo teóricamente asegurado varias veces el triunfo a lo largo de la jornada, con marcadores parciales señalando 10 y 11 bajo par cuando apenas restaban unos pocos hoyos para la teórica conclusión.

De hecho, aunque comenzó errando en el hoyo 2, concatenó una serie de aciertos entre los hoyos 9 y 13 -¡¡¡un birdie tras otro!!! – que le afianzaron sólidamente en el liderato. Todo estaba, jurídicamente hablando, visto para sentencia. No obstante, un eagle de Gina Scott en el 13, un bogey de Arricau en el 14 y, sobre todo, un doble bogey inexplicable de la francesa en el 18 –con ‘corbata’ incluida, ese mal de altura o miedo a ganar desbordando por todos los poros de la jugadora francesa– depararon un emocionante playoff.

La neozelandesa le sacó 25 metros de ventaja a su alicaída rival con el golpe de salida, pero se fue más a la izquierda, con una aproximación a green algo más complicada dada la presencia de unos impresionantes árboles protegiendo la trayectoria directa hasta la bandera. Convertida en un manojo de nervios, Stephanie Arricau ejecutó sin embargo un golpe de aproximación perfecto, salvando la molesta intervención de los árboles y del enorme bunker que protege el green del 18, situando la bola a escasos metros del hoyo.

Gina Scott, para no ser menos, contraatacó con un golpe de similares características, generando un desenlace donde el putt, otra vez, iba a tener un protagonismo decisivo. Y fue ahí, en ese momento decisivo, donde se transmutaron los papeles, donde Stephanie Arricau dijo digo donde antes dijo Diego, acertando precisamente donde pocos minutos antes había errado y traspasando sus toneladas de nerviosismo a su aguerrida rival, aquejada de un imperceptible temblor en las manos que generó en el último golpe una trayectoria dramáticamente esquiva.

Concentración de ‘yogurines’

¡¡Qué lejos quedaban esas excelentes acciones que provocaron una auténtica concentración de ‘yogurines’ en la parte más alta de la clasificación al término de la primera jornada, jóvenes jugadoras por todas partes entre los que destacaba la presencia de Nuria Clau, barcelonesa de 22 años, menuda de estatura pero grandísima de corazón que se acaba como quien dice de hacer profesional, un nuevo estatus donde reproduce el valiente descaro que ya le caracterizaba cuando como aficionada tejió uno de los palmarés más nutridos de los últimos tiempos.

Por ello no resultó extraño que se encaramase a las primeras de cambio hasta lo más alto de la tabla gracias a un recorrido primoroso que incluyó de todo, pero especialmente de lo mejor, sucesión de birdies adornados incluso con un ‘eagle’ en el hoyo 13 que provocó loas generalizadas y que le situaría en lo más alto de la clasificación junto a la galesa Becky Brewerton y la alemana Anja Monke, con quienes Nuria Clau ya había batallado en años anteriores por esos campos de Dios cuando todas ellas se envolvían en la bandera del amateurismo.

Por detrás, atentas a las evoluciones de estas jovencitas con ganas de comerse el mundo, otra serie de jugadoras con mayor experiencia en el mundo profesional luchaban por no bajarse del carro de las triunfadoras, entre ellas la malagueña Ana Belén Sánchez, muy acertada asimismo en esos primeros 18 hoyos gracias a un comienzo fulgurante –dos birdies consecutivos–, un final repleto de esperanza –más birdies en los hoyos 15 y 17– emborronado, ay, por un doble bogey en el 9 que, de no mediar, la hubiese llevado hasta el cielo.

Reafirmación de liderazgo

A Nuria, sin embargo, le faltaba reafirmar su liderazgo, posicionarse con autoridad entre las mejores, y ese salto de calidad fue el que, ni corta ni perezosa, dio en la segunda jornada, otro baño de aciertos de características similares al anterior, es decir, un débil comienzo –dos ‘bogeys’ en los tres primeros hoyos– seguido, tras el lógico enfado, de aciertos loables que incluyeron de nuevo un ‘eagle’, todo un espectáculo de golpe ejecutado en este caso desde 40 metros de la bandera y, más complicado aún, desde un bunker.

La catalana, que se puso a rastrillar la trampa de arena nada más golpear la bola, se enteró de su proeza de la mano de la francesa Stephanie Arricau –“que ha entrado, que ha entrado”–, compañera de partido y de aciertos, porque la gala, tocada por la varita de las meigas, acumuló en esta segunda jornada más aciertos que nadie, 66 golpes que le sirvieron para rubricar el récord del campo y, de paso, llevarse para su casa 365 botellas de cerveza… sin alcohol, el premio otorgado por River Zero, uno de los colaboradores de este UNION FENOSA Open de España Femenino – Xacobeo 2004.

Presionada por la pila de birdies de su rival, Nuria Clau contraatacó con otra buena ristra de su parte, un toma y daca de órdago al que asistían no muy de lejos Ana Belén Sánchez y Elisa Serramia. La malagueña, protagonista de la anécdota de la jornada –se quedó encerrada en el baño cuando alguien, desde fuera, rompió el picaporte al querer entrar, todo esto a menos de 10 minutos de que Ana Belén tuviera que ejecutar su primer golpe–, superó los nervios, la fatiga generada por su meteórica carrera en pos del tee del 1 y, ya más calmada, el par del campo en dos golpes, uno menos que Elisa Serramia, una joven promesa amateur que poco a poco, 71 golpes por dos veces, daba muestras de su extraordinaria calidad.

El comienzo de la pesadilla

Restaba la mitad de la competición, pero en el camino se quedaron, por efecto del corte, nueve españolas. El resto, hasta once, siguieron luchando en pos del título, acompañadas al principio del tercer recorrido por una fina pero incómoda lluvia que desapareció con el transcurso del día. El ambiente húmedo contribuyó sin embargo a generar una inoportuna pesadilla de características crecientes en Nuria Clau, una líder tremendamente sólida hasta que llegó el fatídico hoyo 9.

De manera inexplicable, su juego consistente se diluyó drásticamente en la lluvia, una sucesión de tres bogeys seguidos rematados con un doble bogey por efecto de ramas que parecían alargarse y de troncos que parecían engrosar de tamaño al paso de Nuria Clau, todo concatenado de manera tenebrosa para descabalgar a la barcelonesa de un liderato que ya nunca volvió a acariciar.

Fue por ello Ana Belén Sánchez, siempre al acecho, con un golf sólido que sin embargo careció de finura con el putt –“que no quieren entrar, que no quieren entrar”, decía sin perder en ningún momento la sonrisa–, quien se distinguió como la española más destacada, un quinto puesto muy meritorio que pone de manifiesto su indudable calidad antes de asistir, junto a todos los espectadores, a la emocionante gala final de este intenso UNION FENOSA Open de España Femenino – Xacobeo 2004.