¿Qué posibilidades hay de que un golfista gane un torneo con una tarjeta de 62 golpes en la ronda final? No es habitual, desde luego. ¿Y cuántas hay de que tres días después su hermana también gane y lo haga… con otro 62? Prácticamente nulas. Pues esto ha sucedido esta semana en Estados Unidos con Eugenio y Carolina López-Chacarra como protagonistas. “Pensé que si él había conseguido hacer diez bajo, yo también podría intentarlo”, resume Carolina en videollamada desde su centro de operaciones en la Universidad de Wake Forest (Carolina del Norte).

VÍDEO | La gesta ganadora de los hermanos López-Chacarra

Al otro lado del ‘Zoom’ escucha Eugenio López-Chacarra, jugador de Oklahoma State y cuya victoria en The Amer Ari Invitational dio comienzo a esta historia sin precedentes. En la última jornada puso patas arriba el torneo con una actuación estratosférica. “Fue una semana bonita. Tuvimos una segunda jornada bastante mala y bajamos a la quinta plaza por equipos, estábamos a diez golpes de los primeros”, apunta Eugenio para ponernos en situación.

“Tuvimos una buena charla antes de empezar la ronda final. Somos un gran equipo y sabemos que podemos hacer muchas bajo par. Iba uno por detrás del líder con tres hoyos por jugar, y sabía que son hoyos en los que si pegas una buena salida tienes opciones de birdie; a él, por el contrario, le quedaban tres de los hoyos más complicados del campo. El ‘coach’ me dijo que por equipos íbamos dos por detrás a falta de un hoyo, y yo tenía un par 5, y ahí tomé una decisión que en otro momento no hubiera tomado: pegué dos hierros de salida en vez de un drive para dejarme una opción más segura desde la calle. Pegué un par de hierros 2 y metí un putt de diez metros para ganar el título individual pero, sobre todo el de por equipos, que es muy importante”, narra.

Eugenio López-Chacarra está cada vez más cerca del profesionalismo -ya ha jugado algún torneo del PGA Tour y, previsiblemente, juegue alguno más en los próximos meses-, pero aún quiere apurar a tope el tiempo que le queda en Oklahoma. “Mi objetivo es llegar al PGA Tour, pero ahora los más cercano es seguir ganando títulos para el equipo”, cuenta.

“Uy, ¡si yo también voy -10!”

Tres días después, Carolina López-Chacarra repetía la jugada en el UFC Challenge: ganaba, o más bien arrasaba, con otro -10 en la jornada final. “Después de ver su resultado pensé que todo es posible; si uno puede hacerlo, el otro también”, indica la madrileña, que cumple su primer año en Wake Forest.

“Me salió todo fenomenal en mi última vuelta: las metí de todos lados y las dejé muy cerca. Nos pararon por falta de luz a falta de cuatro hoyos, cuando iba -8. Y ahí pensé que si Eugenio lo había hecho es porque no es imposible. Hice dos con dos birdies y me dije, ‘uy, ¡si yo también voy -10!”, explica divertida.

Para la menor de los López-Chacarra, Eugenio es toda una referencia, en el deporte y en la vida. “Cuando jugamos nos vamos siguiendo. Él es mi apoyo incondicional, mi modelo a seguir”, asegura la golfista de los Equipos Nacionales.

La gesta de Rafa Nadal en Australia como combustible

Eugenio, el mayor de la saga y que precisamente comenzó su aventura en Estados Unidos en Wake Forest, encontró gasolina en la jornada final en la actitud de Rafa Nadal en la reciente final del Open de Australia, en la que se sobrepuso a las adversidades para ganar su vigésimo primer título de Grand Slam.

“A mí me sirvió mucho ver a Rafa Nadal en Australia, cuando perdió los dos primeros sets e iba 3-2 perdiendo en el tercero. Ver cómo le dio la vuelta y ganó la final… Me centré mucho en eso. Veía que iba cuatro abajo a falta de seis hoyos, pero que estaba jugando bien. Me dije que todavía quedaban oportunidades y que si entraban un par de putts no se sabía qué podía pasar”, afirmó.

Ambos jugadores pasaron buena parte de la pretemporada en Madrid, en casa, entrenando juntos. Al fin y al cabo, comparten entrenador, psicólogo y preparador físico. “Entrenamos mucho cuando estamos en Madrid, y sabemos perfectamente de lo que somos capaces”, argumenta Eugenio.

Ahora toca mirar para adelante y seguir quemando etapas. Eugenio no se quiere despedir de Oklahoma State sin un anillo de campeón de la NCAA, y a Carolina aún le quedan al menos tres cursos más en Wake Forest, donde se ha encontrado con un “equipo magnífico”. Cada uno seguirá su camino, con la certeza de que es realmente difícil que vuelva a darse una circunstancia tan maravillosa como la que esta semana les ha convertido en protagonistas del golf amateur. Pero si ha ocurrido una vez… quién sabe.

Visiona la charla con Eugenio y Carolina López-Chacarra más abajo, en el apartado de Enlaces relacionados.