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Viernes, 1 de Abril, 2005
Preparación Física - Alimentación - Salud - Golf
La hidratación y el Golf (julio 2001)

En el cuerpo humano, aproximadamente el 65-70% del peso magro está formado por agua, lo que la hace esencial en nuestro organismo. Este agua está en continuo intercambio con el exterior, dado que lleva a cabo varias funciones importantes que requieren su salida del cuerpo: sudor, orina, heces y respiración. Naturalmente debemos reponerla lo antes posible para que su falta no ocasione daños irreparables.

En condiciones normales una persona adulta elimina 2.600 ml. de agua al día, pero cuando se hace deporte las cifras aumentan considerablemente, más todavía si se hace en tiempo caluroso y húmedo. Si no recuperamos esa pérdida de agua durante la actividad deportiva y ésta llega a ser de un 2 % del peso corporal, nos podemos encontrar con que la capacidad de contracción de la musculatura disminuye un 20-30 %, (en una persona de 70 Kg., equivaldría a 1,4 litros), con la consiguiente influencia negativa en el rendimiento deportivo. Incluso podemos llegar, si se siguen perdiendo líquidos y no se recuperan, a problemas más graves como agotamiento por calor, golpe de calor, calambres, etc...

El golf es un deporte que precisa una técnica adecuada para conseguir los resultados deseados. Existen multitud de factores y agentes externos que pueden influir en el correcto empleo de la técnica, y uno de esos factores es la mala hidratación. Por tanto, es de vital importancia mantener unos niveles hídricos adecuados durante la actividad física (entrenamientos y competiciones). En ambos casos se deben seguir una serie de normas para mantener dichos niveles, tratando de paliar la pérdida lo más posible. Durante la competición, por su relevancia, es donde adquiere mayor importancia y necesidad el hidratarnos correctamente. Debemos salir bien hidratados, tomando un par de vasos de agua, aproximadamente 20 minutos antes de comenzar. Durante el recorrido se debe beber, aunque no tengamos sed, medio vaso de agua aproximadamente cada 15-20 minutos, que viene a ser cada 1,5-2 hoyos más o menos.

Así durante los 9 primeros hoyos. En la segunda parte del recorrido se pueden tomar, de igual manera, bebidas deportivas o preparados azucarados (en concentración menor del 2,5%), que no tengan burbujas, ya que se retrasa su absorción, y además con sus azúcares nos ayudan a reponer material energético. Una vez terminada la prueba viene el momento de la rehidratación, que debe hacerse a base de agua y zumos de frutas, manteniendo ese orden. Pensad que cuando se tiene la sensación de sed, es que ya se ha perdido el 1% del peso corporal de agua. Las condiciones ambientales y las necesidades personales podrán variar, en mayor o menor grado, los tiempos de hidratación. Pero siempre debemos tener en cuenta la importancia y necesidad que tiene, para el buen funcionamiento de nuestro organismo y para el rendimiento deportivo, estar bien hidratado.

Francisco Fernández

Preparador físico

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