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Martes, 15 de Junio, 2010
Reglas
Árbitro de Golf – Afición de Alto Riesgo
La presencia de árbitros fue más evidente de lo deseable en el reciente Campeonato del Mundo Universitario, celebrado en Antequera Golf.
Durante la primera jornada del Campeonato del Mundo Universitario, celebrado en Antequera Golf, las bolas de tres jugadoras reposaban en el green del Hoyo 8. Mientras las jugadoras se aproximaban al green, un perro de una propiedad cercana, que había conseguido entrar en el campo, decidió que era una buena oportunidad para iniciarse en el golf y se puso a jugar con las bolas de las tres jugadoras, desplazándolas de donde reposaban en el green y alejándolas del agujero.

Conforme a la Regla 18-1, “si una bola en reposo es movida por una causa ajena, no hay penalidad y la bola debe ser repuesta.”

Y la Nota a la Regla 18-1 continúa diciendo que “es una cuestión de hecho si una bola ha sido movida o no por una causa ajena. Para aplicar esta Regla se debe saber o estar prácticamente seguro que una causa ajena ha movido la bola. En ausencia de tal conocimiento o práctica seguridad o certeza, el jugador debe jugar la bola como reposa o, si la bola no es encontrada, proceder bajo la Regla 27-1.”

Afortunadamente para las jugadoras, unos voluntarios de la organización observaron los hechos, y pudieron asegurar a las jugadoras que sus bolas habían sido movidas por el perro, y ayudarles a determinar cuál era el lugar donde las bolas reposaban antes de que el perro, la causa ajena, las moviese.

Tras consultar con un árbitro, las jugadoras repusieron las bolas en el green, en el lugar donde se estimó que reposaban, pudiendo así terminar el hoyo.

Y es que incidentes con causas ajenas se producen muy a menudo en el campo. Lo que no es tan habitual es que la causa ajena sea un árbitro, y mucho menos que lo sean dos.

Durante la última jornada del viernes, la bola en movimiento de un jugador tras su golpe de salida en el Hoyo 14 fue desviada por una causa ajena, o más exactamente, por un árbitro, que hubo de ser atendido por los servicios médicos de la organización. Pero es que horas más tarde, durante la misma jornada, fue el golpe de salida de otra jugadora en el Hoyo 3 el que impactó con otro árbitro.

El lado positivo es que ambos jugadores tuvieron inmediatamente a su disposición un árbitro, aunque no en las mejores condiciones, para explicarles que, conforme a la Regla 19-1, “si la bola en movimiento del jugador es accidentalmente desviada o detenida por cualquier causa ajena [como un árbitro], es una eventualidad del juego, no hay penalidad y la bola debe jugarse como reposa, excepto:

a. si la bola en movimiento del jugador después de un golpe ejecutado fuera del green va a reposar en o sobre una causa ajena en movimiento o animada, la bola debe droparse en el recorrido o en un obstáculo o colocarse en el green tan cerca como sea posible del punto directamente debajo del lugar donde la bola vino a reposar en o sobre la causa ajena pero no más cerca del agujero, y

b. si la bola en movimiento del jugador después de un golpe ejecutado en el green es detenida o desviada por, o va a reposar en o sobre, una causa ajena en movimiento o animada excepto un gusano, insecto o similar, el golpe se cancela. La bola debe ser repuesta y vuelta a jugar.

Si la bola no es inmediatamente recuperable, puede ser sustituida por otra bola.”


Si alguna vez le da por golpear accidentalmente a un árbitro con una bola, o se encuentra un perro juguetón en el campo, no deje pasar la oportunidad de demostrar lo que haya aprendido visitando la Sección de Reglas de la web.
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